Bosques caducifolios mesófilos que ocupan, potencialmente y a menudo también en la actualidad, amplias áreas sobre sustratos básicos allí donde los veranos (por alguna combinación de cierta altitud y orientación norte) son lo bastante frescos, nubosos o lluviosos como para sostener las altas tasas de transpiración causadas por el agresivo modo en que el haya compite por la luz. Las hojas anchas, dispuestas en un plano horizontal, proyectan una densa sombra en el sotobosque que solo es tolerada por un cortejo florístico muy distintivo que comprende geófitos de floración temprana y plantas esciófilas, incluidas algunas total o parcialmente micoheterótrofas.
Por sus requerimientos climáticos, los hayedos prefieren laderas orientadas al norte (menos productivas como tierras de cultivo y pastos y más difícil que se extienda el fuego, por lo que las comunidades agrarias tradicionales han tendido a reservarlas para la obtención de madera, lo que explica la relativa abundancia de estos bosques) y escasean en las tierras bajas, sobre todo hacia el sur y el oeste de la ecorregión, donde llegan a faltar por completo (tal y como sucede en Portugal).
Ocurrencias conocidas y área potencial de ocupación del tipo de hábitat en la región de estudio.